DE "MAREAXI" CON EL MENUDO

Correlimos Menudo entre las algas.

"Mareaxi", palabra pixueta( Pixuetos son el gentilicio por el cual se conoce a  la gente de Cudillero-Cuideiru-Asturias) muy conocida entre la gente de la mar y que significa conversación o charla. Pues mi relación con el Correlimos Menudo se podría considerar como un "mareaxi", pues aunque no hablamos literalmente, bien se podría decir que mantuvimos una conversación a nuestra manera, pero vamos por partes. Dos fuero las sesiones que en Octubre del 2010 (como pasa el tiempo) pude disfrutar con el Correlimos Menudo en el arenal de Bañugues. La primera con el compañero Mario Suárez Porras el 12/102010 y la segunda el 19/10/2010.

De las dos sesiones guardo un especial recuerdo, aunque la segunda sesión es la que me dejó una sensación que casi no se puede describir con palabras, hay que vivirla y disfrutarla. Después de comer, y aunque trabajé de noche y el cuerpo está algo cansado, me dirijo hasta el arenal de Bañugues para poder seguir disfrutando de una sesión fotográfica con los limícolas. Poca gente y pocos perros, la margen derecha del arenal conserva todavía una buena capa de algas en estado putrefacto lo cual implica muchas moscas y abundante comida para los limícolas. La parte superior de las algas están secas y el roce con los codos y rodillas se hace algo desagradable, parece lija y así lo siente la piel. Las moscas son también molestas pues se te meten por los ojos,  nariz y alguna por la boca, menuda merienda. La aproximación al menudo como siempre, rectando por todo ello y con calma, observando de cuando en cuando el comportamiento. Algo más de media hora me llevó el acercamiento, rozaduras, rasponazos, moscas, muchas moscas y el cuello dolorido, pero merece la pena. Las fotos van callendo, de lejos, de cerca, comiendo, primeros planos, etc, es entonces cuando decido dejar a un lado la cámara y aproximarme hasta el menudo hasta que me deje. El acercamiento se realiza con más cuidado, lento, muy lento con movimientos casi a cámara lenta y por supuesto sin quitar la mirada para comprobar su reacción. Tras un buen rato llegué a estar a tan sólo 30cm de el, me miró , nos miramos por un instante y así permanecimos por un momento, no hablamos pero nos comunicamos con la mirada y nos dimos cuenta que había comunicación y sobre todo respeto. Cerca de cuarenta minutos permanecí en tan grata compañía, minutos que me parecieron horas, pues esa sensación de la visión tan cercana y sin el menor atisbo de nerviosismo te hace sentir bien muy bien. En ese momento se da uno cuenta de lo pequeña que es esta especie y lo frágil que parece, pero en su diminuto cuerpo se encuentra un gran volador de grandes distancias.

Pude observar  detenidamente como encontraba las orugas de las diminutas moscas dando buena cuenta de ellas que uno por más que miraba no era capaz de encontrar. Por último y después de dar buena cuenta de tan delicioso manjar se acercó algo más a mi, me miró como diciéndome "tu vigila mientras yo descanso", se tumbó y se dispuso a dormir . El tiempo que estuvo descansando no lo se, pero  todo ese tiempo permanecí a su lado para velar por su descanso, que menos podía hacer después de tan grata experiencia. Un saludo y espero que os guste la historia.

Correlimos Menudo comiendo entre las algas orugas de las moscas que podeis ver volando.

Un pequeño momento para descansar.

A seguir buscando larvas.

Haber ese que tengo hay si busca alguna que tas de un folgar.

Otra más para la merienda, quieres una rapaz, que no haces nada más que mirar.

Este solín que a gusto hace sentir a uno, me parece un buen momento para echar un pigazu.

Bueno ya lo sabes vigila que yo voy echar un sueñecín.

Me parece que después de posar para ese rapaz y de echar un "mareaxi" con el, me merezco un descanso, vaya fartura que tengo.